Por Luis E. Mendoza
Imagen: hablamosdechagas
Cada 14 de abril se celebra el Día Internacional de la Lucha contra la Enfermedad de Chagas. Lo que pocos saben es que esta fecha también conmemora el descubrimiento de esta enfermedad por el biólogo brasileño Carlos Chagas.
Aprovechemos esta coyuntura para compartir información relevante sobre el mal de Chagas, así como del trabajo colaborativo entre el Centro de Investigación para a Salud en América Latina (CISeAL), de la PUCE, el Instituto de Enfermedades Infecciosas y Tropicales (ITDI), de la Universidad de Ohio para para prevenir y controlar esta enfermedad.
La enfermedad de Chagas
Descubierta en 1909 por el biólogo brasileño Carlos Chagas, esta enfermedad puede pasar inadvertida durante décadas. En su fase inicial, no suele haber síntomas, y cuando los hay se manifiestan vía dolores de cabeza, dolores musculares y fiebres. Sin embargo, al cabo de unos quince a veinte años, sobrevienen problemas cardiacos, gastrointestinales y hasta la muerte repentina.
Reportes de la OMS indican que alrededor de 7 millones de personas en el mundo padecen la enfermedad de Chagas y 12 mil mueren anualmente Existen distintas formas de contagio, aunque la más preocupante es la que se transmite a través del contacto con las heces de un insecto cuyos intestinos contienen el parásito denominado Tripanozoma cruzi. Luego de que el insecto pica en una zona expuesta de la piel, defeca cerca de la picadura, y entonces ocurre lo peor: “Los parásitos penetran en el organismo humano cuando las personas se rascan o frotan la herida”, explica el Dr. Grijalva, director del ITDI y del CISeAL.
A este insecto se le conoce como “Barbeiro” en Brasil, “Chinchorro” en Ecuador, “Vinchuca” en Bolivia, y “Chirimacha” en Perú. A la fecha no existe vacuna contra el mal de Chagas, pero en las etapas iniciales puede tratarse con nifurtimox y benznidazol. Sin embargo, la eficacia de este tratamiento se reduce a medida que transcurre el tiempo desde el inicio de la infección.
Una enfermedad desatendida
En el año 2005 la OMS calificó la enfermedad de Chagas como una "enfermedad tropical desatendida". Esto quiere decir que es una enfermedad que prolifera en entornos empobrecidos y climas tropicales. Por eso es conocida como “la enfermedad de los pobres”.
Es recién en las últimas décadas que la investigación científica ha comenzado a enfocarse en esta enfermedad. "Las enfermedades infecciosas incluyen una serie de enfermedades poco atendidas. La enfermedad de Chagas es una de estas enfermedades, y para poder cerrar esas brechas de conocimiento es necesario realizar investigación que pueda generar conocimiento que permita el desarrollo de mejores diagnósticos, tratamientos, y estrategias de control de los insectos que las transmiten, o de la transmisión de persona a persona”, afirma el Dr. Grijalva.
A 110 años de Chagas
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Cien años después de su descubrimiento, la enfermedad de Chagas se ha expandido desde América Latina a 21 países incluyendo Estados Unidos, Australia, España, Japón y Canadá. Esto es atribuible a la intensificación de las migraciones durante las últimas décadas.
Sin embargo, en la actualidad existen más organizaciones dedicadas el estudio del mal de Chagas. Además del Instituto Oswaldo Cruz, con más de 100 años en Brasil, están el CEADES en Bolivia; ISGlobal en España; CIDEIM en Colombia; Fundación Mundo Sano en Argentina. Y en Ecuador y en Estados Unidos están, respectivamente, el CISeAL (PUCE), y el ITDI (Universidad de Ohio).
La cooperación entre la PUCE y la Universidad de Ohio nace de la necesidad de llenar un vacío de investigación existente en Ecuador. “Al crear esta colaboración entre ambas instituciones se lograron avances importantes gracias al efecto catalizador de la cooperación internacional, donde pudimos trabajar para crear orgánicamente lo que debe ser un centro de investigación que tenga consigo a personas dedicadas a la investigación al más alto nivel”, sostiene el Dr. Grijalva.
Ambas instituciones vienen implementando un modelo de viviendas saludables para prevenir la enfermedad de Chagas. Este modelo (Healthy Leaving Iniciative, en inglés) es resultado de un enfoque holístico en la lucha contra las enfermedades infecciosas. El diseño de estas viviendas enlaza la construcción de viviendas de adobe, paja y tierra con modernas técnicas de construcción, contando con la participación activa de los comuneros de la zona. Consultado sobre el tema, el Dr. Grijalva afirma que “la iniciativa Vivir Saludable tiene como objetivo trabajar con las personas en riesgo para elaborar un plan que mejore su ambiente de vida, que mejore su capacidad productiva, que mejore su acceso a salud, que lleve a un bienestar de la persona, de su familia y de su comunidad”.
A 110 años del descubrimiento de la enfermedad de Chagas, existen avances y lecciones aprendidas. Aún queda mucho trabajo por hacer.
