Search our Site

Hace algunos meses le dimos la bienvenida a nuestros investigadores de la Facultad de Medicina, que se incorporaron al CISeAL con una perspectiva fresca de cómo hacer investigación en salud. Acompáñanos en la siguiente nota y conoce más sobre su trayectoria profesional y sus motivaciones para dedicarse a la investigación.

 


Xavier Sánchez Chóez MD, PhD (c).

Docente agregado 3 en la Facultad de Medicina de la PUCE e Investigador asociado en el CISeAL.

 

Conoce Xavier Sanchez 01

 

¿Qué lo condujo a estudiar medicina?

 

Desde muy pequeño tuve una vocación de servicio a los demás. Siempre trataba de ayudar y de cuidar a quienes lo necesitaban, sobre todo a quienes estaban enfermos. Creo que, desde los 10 años, había decidido estudiar Medicina; a una edad tan joven ya sabía a donde quería ir a estudiar y me imaginaba con anhelo como iba a ser toda esa experiencia. Mi vocación por ayudar a los enfermos fue creciendo cada vez más, siempre quería dar alivio a quien sufría o padecía de alguna dolencia de una forma cercana y comprometida; y en mis estudios de secundaria esos sentimientos se fueron reforzando. Mis padres siempre me apoyaron, desde que decidí estudiar medicina y mudarme a otra ciudad dejando mi hogar para lograr esa meta, ellos siempre estuvieron dándome fuerzas.

 

¿Por qué se especializó en medicina familiar?

 

A decir verdad, después de terminar mis estudios como médico general, no tenia mucho conocimiento de lo que era Medicina Familiar. Siendo sincero había elegido otras opciones de especialización, pero durante un tiempo estuve trabajando cercanamente con estudiantes y profesionales en medicina familiar; al ver la capacidad de resolución en todos los problemas de salud y al contacto tan cercano que tenían como médicos con los pacientes, quedé fascinado. Esa relación tan especial del médico de cabecera, de confianza, tan familiar, me recordó esa inspiración que tenia de joven. Aunque muchos se sorprendieron de mi decisión de estudiar Medicina Familiar, yo ya había encontrado el punto desde donde quería hacer medicina.

 

¿Cómo describiría su experiencia trabajando como docente y profesional de la salud?

 

Mi experiencia la podría describir en una sola palabra “gratificante”. Es un privilegio y un honor poder contribuir en la educación de nuevos colegas, trasmitir conocimiento y lograr que los estudiantes aprendan a tomar sus propias decisiones en salud de manera racional, definitivamente es gratificante. Desde el lado de ser un profesional de la salud, puedo decir que mis sueños de la infancia se cumplieron, ayudar a quienes lo necesitan, curar o aliviar las dolencias, me ha hecho sentir que puedo contribuir desde mi espacio a la salud de la población.

 

Háblenos del camino que lo condujo a la investigación

 

Siempre he tenido curiosidad por las cosas, desde las comunes hasta las más complejas. Siempre me he preguntado el por qué de las cosas; y cuando no sé algo, me apasiona buscar una respuesta. Creo que todos quienes estamos en el área de la salud, como los médicos, hacemos siempre un proceso de investigación, lo hacemos con nuestros pacientes, nos cuestionamos, indagamos, buscamos evidencias y decidimos que hacer. Considero que todo médico hace investigación, el razonamiento clínico, es un proceso de investigación. Por otro lado, creo que también me han inspirado a hacer investigación en salud, mis colegas, mis profesores y mis estudiantes. Poder contribuir con nuevos conocimientos que permitan mejorar la calidad de atención en salud ha sido una de las líneas de investigación que más me han apasionado.

 

¿Cuáles son sus líneas de investigación en el presente?

 

Mi línea de investigación se encamina a la evaluación de tecnologías sanitarias. Es decir, todo lo que pueda utilizarse en beneficio del cuidado de la salud, sean estas estrategias, medicinas, dispositivos, intervenciones o cualquier sistema de soporte que permita mejorar la calidad de la atención y maximice los beneficios en salud. Actualmente, me he centrado mucho más al estudio del uso racional de medicamentos. El uso de medicamentos siempre ha estado estrechamente relacionado con la atención sanitaria y en ciertos casos se ha abusado de ellos; o por otro lado, se han creado expectativas erróneas de que los medicamentos lo curan todo o que siempre deben utilizarse. Todo medicamento tiene un perfil de seguridad, todos pueden producir daño si no se utilizan adecuadamente, sumado a esto el abuso de medicamentos también tiene repercusiones económicas en los individuos, en los sistemas de salud y finalmente en la sociedad. Investigo como mejorar el uso eficiente de este tipo de recursos sanitarios.

 

¿En qué proyectos está trabajando actualmente y cuáles le gustaría emprender?

 

Actualmente estoy trabajando en proyectos que precisamente evalúan el uso racional de medicamentos en enfermedades frecuentes que suelen atenderse en el primer nivel de atención en salud y su posible impacto clínico y económico para el Sistema Nacional de Salud. Además, junto con mi equipo de investigación estamos trabajando en un proyecto que evalúa las prácticas de automedicación en la población durante la pandemia actual. Estos proyectos tienen como objetivo generar información para que las autoridades en salud puedan tomar decisiones mejor informadas en cuanto a cómo mejorar la eficiencia de los recursos utilizados en las prestaciones en salud.

 

¿Cuál es su perspectiva hacia el futuro de la investigación en salud en el Ecuador?

 

Creo que Ecuador en los últimos años ha dado pasos muy grandes en la investigación en salud y creo que ha sido mayormente por iniciativa propia de los investigadores. Cada vez hay más profesionales de la salud que están motivados a investigar, hay una nueva generación de investigadores con deseos comunes de mejorar la salud del país y cada vez están menos dispersos como investigadores. La divulgación de la investigación también ha mejorado muchísimo, la creación de redes y espacios de discusión también se ha incrementado.

 

No obstante, es importante mencionar que investigar en Ecuador no es una tarea fácil, hay pocos recursos para realizar investigación, poco apoyo de las instituciones que están relacionadas al proceso de investigación, hay poca oferta para el desarrollo de competencias en investigación para los profesionales de la salud, aún existen personas que no reconocen la dificultad del trabajo de investigar en salud. Todo esto, hace que exista poca asignación de tiempo para poder ejecutar proyectos y finalizarlos adecuadamente. La investigación en salud no es sentarse y escribir, es un proceso complejo de análisis. Además, existen procesos burocráticos que desmotivan a los investigadores y sobre todo a los jóvenes investigadores. Siempre he sido una persona con una actitud positiva, y creo que el futuro de la investigación en salud en el Ecuador mejorará, necesitamos mayor apoyo y reconocimiento para que esto suceda.