20 de noviembre de 2017
El Centro de Investigación para la Salud en América Latina (CISeAL) y el Instituto de Enfermedades Infecciosas y Tropicales de la Universidad de Ohio (ITDI por sus siglas en inglés) revelan en su estudio más reciente, titulado “Distribución de especies de triatominos en ambientes domésticos y peridomésticos en la costa central de Ecuador”, el alto riesgo de infección que corren más de 570 mil personas en la provincia de Manabí. La investigación publicada en el PLOS Neglected Tropical Diseases Journal demuestra, además, la necesidad urgente de aumentar los esfuerzos para prevenir y controlar la proliferación de Chagas en las viviendas de esta región.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chagas es una enfermedad tropical desatendida que afecta a poblaciones vulnerables que viven en situación de pobreza. La infección ocurre a través del contacto con las heces de un insecto conocido popularmente como chinchorro (conocido científicamente como Triatominae), portador del parásito Trypanosoma cruzi. La OMS estima que cerca de 7 millones de personas en el mundo están infectadas y la mayoría se encuentra en 21 países de América Latina, entre ellos Ecuador. En este país, ubicado en América del Sur, existe un alto sub-registro de casos, lo que dificulta los esfuerzos para movilizar a los funcionarios públicos a que promulguen las políticas necesarias para prevenir la transmisión de la enfermedad.
En este estudio, los investigadores lograron documentar la prevalencia de chinchorros en la provincia de Manabí, un área en donde no existían registros. “Realizamos la primera encuesta entomológica en toda la provincia del centro de la costa de Ecuador y demostramos la distribución de triatominos, sus preferencias de hábitat y microhábitat, y los factores que favorecen su presencia”, indica el Dr. Grijalva, director del ITDI y del CISeAL. “Los resultados del estudio muestran que el 4,5 % de los hogares en 78 comunidades rurales albergan poblaciones de triatominos. La infestación es mayor afuera que adentro de las casas”, agrega.
De acuerdo con la investigación, estos resultados, combinados con informes recientes sobre la poca efectividad de la fumigación con insecticidas en esta región y la evidencia de transmisión estacional de la enfermedad, resaltan la necesidad de promover estrategias innovadoras para el control de vectores, con el fin de reducir el alto riesgo de infección de las personas que viven en áreas rurales de la costa central de Ecuador.
*Los financiadores no participaron en el diseño del estudio, la recolección y análisis de datos, decisiones de publicación o preparación del manuscrito.