Por Luis E. Mendoza
Una nueva investigación del grupo de entomología del CISeAL, liderado por la Dr. Anita G. Villacís, acaba de ser publicada en la revista inglesa Parasites & Vectores (BioMed Central). Con el título de Triatominae: does the shape change of non-viable eggs compromise species recognition?, esta investigación propone una caracterización de los huevos viables y no viables de cuatro especies ecuatorianas de Triatominos, insectos que transmiten el mal de Chagas.
El Chagas
Descubierta en 1909 por el biólogo brasileño Carlos Chagas, esta enfermedad puede permanecer inadvertida durante décadas. Durante la fase inicial, no suele haber síntomas y cuando los hay, presentan dolores de cabeza, fiebres, dolores musculares. Síntomas que podrían confundirse con una gripe. Pero nada que indique con certeza la presencia de una enfermedad infecciosa. Sin embargo, al cabo de unos quince a veinte años, sobrevienen problemas cardíacos, gastrointestinales y hasta la muerte repentina.
Existen distintas formas de contagio, pero la más importante es la que se transmite a través del contacto con las heces de un insecto portador, conocido en el Ecuador como “chinchorro” o “chinche caballo” (triatomino). Este insecto lleva en su intestino al parásito llamado Trypanosoma cruzi. Una vez que se produce la picadura de este insecto, las heces del parásito pueden ingresar en las personas cuando se rascan cerca o en el lugar de la picadura.
La Investigación
Huevos estudiados durante la investigación. (Charlas CISeAL)
En el caso de la actual investigación, se ha realizado la caracterización de los huevos de cuatro especies de Triatominos, a fin de identificar si la forma de estos huevos varía según la especie y viabilidad, es decir, según puedan o no emerger. El resultado obtenido ha evidenciado variaciones en la capacidad del vector para domiciliarse (capaces de vivir dentro de la casa) y formar colonias dentro de la misma. Aún queda pendiente identificar a qué especie pertenece el huevo encontrado, lo cual permitirá adoptar estrategias de control para mitigar el avance de la enfermedad de Chagas en el Ecuador.
El método utilizado es efectivo y de bajo costo. Consiste en la reconstrucción digital del contorno externo del huevo de los insectos a partir de fotografías tomadas en fondo negro dentro de una plataforma de seguridad. Este procedimiento ha permitido visualizar el contraste blanquecino, rojizo o café del huevo con el objeto de verificar el desarrollo del insecto. “Las fotografías son la materia prima de este estudio, ya que sobre ellas se digitalizaron los puntos de referencia y/o hitos. Estos puntos representan coordenadas. Luego son rotadas, trasladadas y escaladas para obtener información sobre forma y tamaño, cada uno por separado. Estos datos son usados en análisis estadísticos para encontrar las posibles diferencias entre especies e incluso entre huevos viables y no-viables de la misma especie”, explica la bióloga Soledad Santillán-Guayasamín, primera autora de esta investigación.
Soledad Santillán-Guayasamín (Bióloga)
¿Para qué realizar una investigación de esta naturaleza? Pues para diseñar mejores estrategias de control del mal de Chagas a partir del nivel conocimiento del adaptabilidad y peligrosidad de estas especies. Por eso, comenta la Lcda. Santillán-Guayasamín, “la relación entre la viabilidad de los huevos y la diversidad de especies busca determinar cuál de estas especies es más apta en el estadio huevo. Esto implica identificar, primero, cuáles de estas especies tienen la capacidad de poner más huevos durante un periodo de tiempo, segundo, cuántos de estos huevos nacen y, tercero, cuánto tiempo demoran en desarrollarse hasta emerger un insecto en estadio juvenil, considerando que desde los primeros estadios son capaces de contraer el parásito y transmitirlo”.
Para más detalles, este estudio revela que los huevos de Triatominos tienen una forma específica según especie. También los huevos presentan estadios de desarrollo y porcentaje de viabilidad diferentes. Esto significa que en el futuro pueden crearse soluciones diferenciadas para su prevención y control. En este caso, como primer paso, se logró diferenciar los huevos de cuatro especies de insectos y distinguir poblaciones presentes en diferentes localidades. Por el momento no se ha podido esclarecer diferencias en cuanto a la forma pero sí en el tamaño entre huevos viables y no viables.
MSc. Anita Villacís
En esta dirección, la MSc. Anita Villacis, autora de correspondencia de la publicación, explica que “los estudios morfométricos de estos insectos, conocidos como chinchorros, contribuyen sustancialmente al entendimiento de la historia evolutiva y de los rasgos físicos y conductuales de estas poblaciones que son necesarios para la optimización de programas de control que se dirigen a la reducción del riesgo de la transmisión natural de esta enfermedad”. Esto significa la adopción futura de estrategias sanitarias de control para detener el avance de la enfermedad de Chagas en Ecuador (rociamiento diferenciado, vigilancia periódica, prevención, etc.). Además, los resultados de este estudio evidencian la importancia de seguir utilizando, en otras especies, la herramienta de reconstrucción digital a partir de fotografías.
La actual publicación tiene una precuela investigativa, publicada en el 2017 en la revista inglesa Parasites & Vectores (BioMed Central). Más interesante aún es constatar que estos estudios desarrollan los alcances de la tesis de licenciatura de la bióloga Santillán-Guayasamín, lo cual confirma la importancia de promover la investigación a nivel de pregrado. En la actualidad se está preparando una tercera investigación en base a los resultados obtenidos hasta el momento.
Este estudio se realizó en colaboración con IRD (Francia), la Universidad de Ohio y la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE). La investigación contó además con la participación y dirección de los Drs. Mario J. Grijalva y Jean-Pierre Dujardin.
Pueden acceder a la publicación a través del siguiente enlace: https://parasitesandvectors.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13071-018-3104-1